Pocas veces ha habido tanta unanimidad para elegir a la camiseta protagonista de hoy como una de las más feas (o quizá menos apropiadas) de la historia. Y que no me vengan con la excusa del calor que los hombres no llevamos escotes cuando solemos tener mas calor que las mujeres. Desde hace ya varias décadas, es realmente extraño que un club de fútbol, ya sea de Primera o de Segunda, utilice la misma equipación en dos campañas consecutivas.